Parches
Si no tienes contacto con la serigrafía, hay una manera bastante sencilla de currarte los parches que se te ocurran o los que más te molen. Necesitarás papel cebolla, un cúter, algo de cartón, una regla, cinta aislante y un spray de pintura (si tienes varios, puedes hacerlo a varios colores).
Procura que las letras no sean muy complicadas, porque si no será difícil que el dibujo salga nítido. Fotocopia o crea las letras al tamaño que te parezca. Luego, cálcalas en el papel cebolla y, después, recórtalas con el cúter (y con mucho cuidado!!). Luego mides lo que sería el parche y, con esas medidas, recortas el cartón (mejor utilizar formas geométricas, como el cuadrado).
Ahora, pegas el papel cebolla en el cartón con cinta aislante por detrás y ya tienes una plantilla en la que aplicar el spray, para luego aplicarlo en la tela. Para los dobles colores, sólo tienes que tapar la parte a la que quieres aplicar el otro color con cartón.
Parches a mano
Lo que tienes que hacer es fotocopiar la lámina que quieres convertir en parche. Asegúrate de que se fotocopie lo más oscura posible. Ahora coge pegamento de barra y unta una capa algo gruesa del mismo, encima de la imagen. Pon el pedazo de tela encima y mételo entre las hojas, en medio de un libro viejo, y haz presión sobre el mismo. Deja secar por uno o dos días. Cuando esté seco, mételo en agua y déjalo remojando un par de horas. Cuando esté listo, saca el parche del agua y empieza a sacar el residuo del papel con tus dedos. Mételo en agua mientras vas haciendo esto.
Fuente: Libro Házlo tu mismx. Recupera tu vida
Si no tienes contacto con la serigrafía, hay una manera bastante sencilla de currarte los parches que se te ocurran o los que más te molen. Necesitarás papel cebolla, un cúter, algo de cartón, una regla, cinta aislante y un spray de pintura (si tienes varios, puedes hacerlo a varios colores).
Procura que las letras no sean muy complicadas, porque si no será difícil que el dibujo salga nítido. Fotocopia o crea las letras al tamaño que te parezca. Luego, cálcalas en el papel cebolla y, después, recórtalas con el cúter (y con mucho cuidado!!). Luego mides lo que sería el parche y, con esas medidas, recortas el cartón (mejor utilizar formas geométricas, como el cuadrado).
Ahora, pegas el papel cebolla en el cartón con cinta aislante por detrás y ya tienes una plantilla en la que aplicar el spray, para luego aplicarlo en la tela. Para los dobles colores, sólo tienes que tapar la parte a la que quieres aplicar el otro color con cartón.
Parches a mano
Lo que tienes que hacer es fotocopiar la lámina que quieres convertir en parche. Asegúrate de que se fotocopie lo más oscura posible. Ahora coge pegamento de barra y unta una capa algo gruesa del mismo, encima de la imagen. Pon el pedazo de tela encima y mételo entre las hojas, en medio de un libro viejo, y haz presión sobre el mismo. Deja secar por uno o dos días. Cuando esté seco, mételo en agua y déjalo remojando un par de horas. Cuando esté listo, saca el parche del agua y empieza a sacar el residuo del papel con tus dedos. Mételo en agua mientras vas haciendo esto.
Fuente: Libro Házlo tu mismx. Recupera tu vida